lunes, 21 de junio de 2010

Escrito en un velo de ojos




Niccoló Paganini lo expresaba bien en su sonata,
qué maravilla de violín! se me acompasa el aliento.
Entornen las cortinas,
el barco acaba de partir y la brisa azota mi ánimo.
Anónimos suspiros, apagados recelos,
durmamos para vivir en el letargo de una vida desdichada.
Y qué desdicha!
sentir ajeno lo propio y querer huir todavía más.
Quiero ser melodía en el desierto,
allí donde el agua es tesoro y la arena cofre.
Y ejércitos de estrellas se derrumban en mis sueños
ya no veo lirios o margaritas, no veo lilas ni pensamientos.
Las embriaga voraz atardecer en frío fatigado,
y muerto el sol no hay espinos ni jueces.

Cinco minutos y un beso




Son las tres de la madrugada y sueñas con dibujar revoluciones en mi espalda.
Quédate con eso, no creo que de mi salga nada más bonito esta noche.
Soy un pirata de agua dulce que navega en sus llantos salados,
espeso escritor que olvidó flotadores en húmedos días de nado.

Dame cinco minutos y un beso, y que se pierda tu silueta en el balcón.
Los astros más lejanos son los más perversos.


- Las más bonitas son las más jodidas de ver.
- Entonces yo, para ser bonita tengo que irme?
- No, tienes que crecer, yo soy bonito porque soy alto =)


- Has quedado genial delante de ellos.
- No, he quedado como un calzonazos.
- no! Por qué? xD
- No debería haberlo hecho.
- Claro que sí! Si no lo hubieras hecho no habría ganado!
- Ni siquiera necesitaba cartas verdes...


- Ahora suelta ese trasto un rato.
- Por qué?
- Por que sí.
- Yo no te digo eso cuando tú estás tocando la guitarra u.u''
- Alhambra...


- Bonito? tú no sabes lo que es bonito... eres un punqui.
- *-Tú eres bonita.
- Oh.. encima eres un punqui cursi...
- eh eh eh eh..yo no he dicho eso
- Pero lo has pensado.

- Traquetean los sueños en mis párpados.

domingo, 20 de junio de 2010

Él sólo era un guitarrista de reveldes cuerdas,
tan joven como loco, tan alegre como iluso.
De amarga cresta, pero dulce aroma,
de bastos arapos, pero delicadas caricias.

****



Nadie esconde bajo almohadas agenas tesoros mohosos,
ni se entierran dientes de leche sin dibujar antes mapas.
No se rezan rosarios a Dioses en desecho,
ni se le hace el amor a prostitutas si susurra la fría voz de Maquiavelo.

No... todo es más sencillo... si pones tu pétalo de flor.

Hoy tengo miedo de que mis pasos me lleven lejos
y me presenten lagos eternos de monstruos azules y pegajosos.
No se juzgar ojos sinceros ni caricias calculadas,
quién cuidará de mi cuando me nublen mis demonios,
cuando la idea tire más que la sangre
o la bofetada cure heridas de amor?