martes, 24 de febrero de 2009

Ser, ¿Dónde?




Amanece lúcida y pura. Se estremece, sensual y tierna. Abre los ojos con cautela saboreando todo. Su piel desnuda tenía un tacto sedoso, dos tonos más oscurrecidos que el beig. Sus cabellos cenicientos recorrían toda su espalda hasta la cintura. las blancas sabanas y los dorados destellos de sol le daban un aura angelical, casi divina.



Anochecía tenebrosa y sucia. Temerosa y acongojada por las idas y venidas. Queriendo olvidar y no sentir, hermosa a su manera. De sensible vulnerable, de soñadora demente. Pelo graso de colores muertos ocultaba su rostro, triste e inseguro. La helor que envolvía el callejón y tinieblas que susurraban armoniosos supiros le daban una paupérrima alma, casi efímera.

1 comentario:

Cronomusik dijo...

Me han gustado esas descripciones, buena comparación, como hemos de ser?? y donde???? el dia y la noche son distintos...