lunes, 7 de febrero de 2011

Fins els ous




Fins els ous, fins els ous, fins el ous, fins els ous, fins el ous... =)


Hay gente inútil, eso no es nada nuevo. Lo que toca los cojones es que te lo recuerden continuamente. Es muy fácil alterarse y gritar gilipolleces mientras uno está esclafado en el sofá.
A estas alturas de la vida ya debería haber aprendido a ignorar a las personas estúpidas o a las personas inteligentes que me consideran estúpida a mi. Pero hay minutos que marcan la diferencia y yo siempre encuentro esos minutos en todas las personas. Me enganchan o me alejan, pero nunca me dejan indiferente. Malditos minutos... malditos bastardos...

Nunca fui de hielo, piedra de mármol, de caliza, hierro, hormigón, diamante, cemento seco al sol de verano. Lejos de ello, cristal. Todo me afecta y todo me golpea, para bien o para mal. Para romper y reparar, para reparar y romper. Pero bueno, la vida es así: un toma y dale, una de cal y otra de arena, al pan, pan y al vino, vino, en abril aguas mil y mañana dios dirá.

No me gusta. Fins els ous. A estas alguras de la vida ya debería haber aprendido a ignorar a las personas estúpidas.

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