miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mi cuento de hadas.



Y si volviera a pasar, volverías a dejarme tirada en la puta mierda, creyendo lo que tú querrías creer y no lo que yo te dijera. Así es como me juzgas. En eso basamos nuestro mundo, en una mierda que crece a medida que pasa el tiempo. Discutiremos hasta el infinito, mi rencor es insaciable. No me importa a quien disparo cuando se me hiere y tú me has jodido. 

Te odio, a ti y a tu supuesta imparcialidad, a ti y a tu supuesta imagen de apaciguador. Eres la espina que se me clava en los momentos críticos, eres el que la presiona hasta sangrar y mira hacia otro lado. Y ahora vendrás con voz inocente preguntándome de forma irónica que qué coño quiero. Si un gilipollas que me de la razón como si estuviera loca. Si un hombre sincero que me diga lo que opina y se atenga a las consecuencias. Pues ¿sabes qué? Me importa una mierda lo que seas, por que siempre estarás a tiro. 

Me importa una mierda que nunca estés en mi bando, por que siempre querré apedrear los tejados ajenos. Me importa una mierda que no quieras salir corriendo conmigo, por que después de todo este tiempo ya he aprendido que estando contigo estoy sola. No somos tú y yo. Somos tú, yo y un mundo de entre medias. Eso es lo que hay hoy, ayer y siempre.





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