lunes, 25 de agosto de 2014



Me gusta acentuar los ''sólo'' y comer acompañada, acompañada de alioli. 
Odio los domingos
y los días que son como los domingos
desde que he abandonado las series. 
Evito utilizar las coletillas que caracterizan a otras personas, 
aunque me muera por usarlas. 
¡Dioses!. 
Me encantan los detalles espontáneos y los recuerdos de viajes que no he protagonizado. 
Me encanta dejar de ser yo al menos una vez a la semana. 
Odio madrugar y odio despertarme temprano cuando no tengo la obligación. 
Me encantan los sonidos de fondo, 
sobre todo si son acuáticos 
o si me hacen sentir lejos del bullicio. 
Me gusta poner el aire acondicionado en verano y taparme con las sábanas. 
Hablo sola en los viajes de carretera, largos o cortos, 
y no tan sola, 
pues siempre hay en mi mente un receptor imaginario. 
Adoro el frío de la madrugada y los pezones erizados, 
los desnudos a contra luz y el sexo sucio. 
Me inquieta ver los coches desde lo lejos y pensar que son hormigas. 
Soy adicta a la tristeza y a sus producciones, 
a ver el dolor en las lecturas.


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