lunes, 24 de noviembre de 2008


Es como una lavadora, mi estómago da vueltas. Videos trístemente románticos de la época renacentista. Fotos mojadas por el agua salada de mis lágrimas. Incluso canciones que envuelven el salón de un aura melancólica. Un pensamiento nace limpio y puro. Soledad.


Todo tiende al equilibrio, todo tiende a emparejarse. Donde tres son multitud no hay sitio para mí.


Al son de una guitarra española de madera se marcan los ritmos de mis teclas. Dicen que escribir libera, pues yo escribo. Largas y tendidas horas en compañía de ideas blancas. ¿Sabes a qué me refiero, verdad? Claro que sí.. todos somos pobres poetas esclavos de las palabras más punzantes. Aspiramos a nubes de algodón, a rios de elixir sagrado, a los vetustos sueños de los más sabios. Si pudiera degustar un bocado de verdad absoluta.. tan sólo un simple bocado.. podría dejar de desvariar entre sentimientos locos.


Hoy es un caos de sensaciones posadas a verde piel de flor. Me relajo: aspiro, expiro.. y a cada diez notas en la sinfonía un suspiro. Hoy podría dibujar con letras mil miradas diferente en paredes descorchadas. Hoy es lo que hay.




1 comentario:

V de Vértigo dijo...

tuuuruuurururuuu

fuensanta no te dice nada de quedar?nah, parece que no quiere eh..y a mi me da cosica llamarla..asi que nada, en otra vida renacerá el cluf.

bye bye my lady