lunes, 18 de mayo de 2015

Defenéstrese ante mí.

Imagen encontrada aquí.


     Estaban en la acera de la calle de un bar. La puerta estaba abarrotada de gente y buscaron algo de distancia para hablar de cualquier cosa. Como de costumbre, él tenía mil incógnitas en su cabeza y ella parecía una chica de lo más orientada.
     - Si tuvieras que presentarte ante el mundo, ¿qué dirías?
     - ¿Cómo?
   - Sí... qué contendría tu currículo personal, no profesional, ya me entiendes...  
     - Pues...
     - Venga, yo soy el mundo. ¡Véndete!
     - jaja Hola, Mundo. Mi nombre es María y he acabado de estudiar filosofía hace poco. La mayoría de la gente ya encuentra en ese dato algo interesante, ¿sabes? Mi vida está guiada ahora mismo por el máster y las oposiciones. Alguna vez en la vida quise ser una profesora ejemplar. Ahora me conformo con ser.
    - No, mujer.. he dicho nada curricular. Vamos, seguro que puedes hacerlo mejor...


     Me llaman de mil formas y lo que estudio no importa. Me paso media vida huyendo de lo que no me gusta y la otra media deseando huir. En ocasiones me quedo, no sé por qué. Quizás me guste lo estático entre tanto exilio, hay algo de color en el dolor que te produce lo que se quiere.
     Como ves, soy de ese tipo de personas que aman y odian las complicaciones a partes iguales. Defenestrarme es una habilidad o vicio recurrente del que intento desprenderme. Pero no es fácil precisamente porque me resulta fácil hacerlo. - sonrío - Como el color en el dolor.

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