sábado, 4 de diciembre de 2010

4 Diciembre 2010

Después de tantos meses...

me rayo.


_______________________


Si siguiera teniendo mi diario gráfico... nada cambiaría. Seguiría viendo una metáfora implasmable, como un llanto que desgarra o una brisa que heriza. Los días se han vuelto inescrutables. Bueno, los días no, éstos días. Y no hay sol que venga a levantarme ni luna que me arrope, (de nuevo) sin tí.
Maldito terciopelo. Sí, maldigo el terciopelo de tus sábanas, de tus salivares, de tu aroma y de tu mirada. Maldigo el terciopelo de tus manos, de tus brazos y tu espalda. Yo me lo he buscado, yo y mi espantosa inclinación hacia la insensatez. Se acabó, ya se apagan las farolas, ya no habrán va y venes de aceras, ya no habrán más bailes con la lluvia, se acabó.







Yo también me lo quiero creer.


_______________________________________________



Nada que hacer, nada para este jodido mundo, ni para este jodido malestar. Migajas que malviven de mendigos y mendigos que malviven de migajas. Y todo bien removido indigesta el alma. Incluso la nauseabunda maleza de cloacas sabe a misericordia en comparación con ese revuelto.

Y levantas la cabeza para alcanzar una bocanada de vida. No habras los ojos, maldito! Has caido en la trampa. Lo que ves no es real, pero te atrae. Lo que ves no es verídico, pero lo prefieres.

Cada vez que se me cansa el pensamiento me nace un lunar, y tengo tengo tantos miles ya...

No hay comentarios: