miércoles, 22 de diciembre de 2010

steep

Anoche no podía conciliar el sueño. Me venían tantas cosas a la cabeza, tantos pensamientos difíciles de silenciar. Se hicieron las cuatro de la madrugada y todo parecía una noche de película. Tenue luz de luna se filtraba por algun lugar desconocido y dejaba en penumbra una destartalada habitación. Ropa y libros por todas partes, todo quieto, sumiso. No habría habido señal de vida de no ser por mis cabilaciones.

Pensé en mi. Pensé en mi alrededor. Todo el caos se me acumuló en una mirada perdida, silenciosa y pausada.

Vale.
Estoy sola.
¿Y ahora qué?

No hay comentarios: