domingo, 1 de febrero de 2015

(...) "Él no era para ti"


      Eso dice el tópico de las rupturas por antonomasia: Él no era para mi. Como si existiera algún destino o algún hilo rojo de origen oriental que tendiera a marcar de forma invisible a nuestra media naranja. Menuda gilipollez.
      Él fue para mi. Lo fue más que cualquier persona que haya conocido en mis 24 años de vida. Lo fue de forma perfecta y de forma valiente. Él fue para mi y la despedida no cambiará eso. Existe un ella, llena de gordura y esperanza que fue suya. Y existe un él lleno de paciencia e ilusión que fue de ella. ¿Cómo no iban a ser el uno para el otro si fueron el motivo de su felicidad durante tantos años? Nos enriquecimos, crecimos juntos y seguirá siendo para mi la parte que me dejó. Seguirá siendo mía y de nadie más. Ningún tópico podrá hablar de ella. Nadie podrá destruirla, ni hacerla crecer o menguar.
       Las cosas pasan. Pero es estúpido pensar que alguien no sea para ti por que ya no está contigo. ¿Qué quiere decir eso exactamente? ¿Que somos incompatibles? ¿Que sólo podemos ser por y para una única persona? ¿Que sólo podemos ser para alguien de una forma y ya está? ¡Qué grande el narcisismo del ser humano! Él fue para mi, para esa mi de 19 a 24 años, de ese él de 18 a 22.

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