martes, 6 de enero de 2015

(...)


Ilustración de Cindy_R

       Me voy, dejo el pueblo. Quiero convertirme en una chica de ciudad.
     Desde que te fuiste mi paso se ha vuelto pesado y aletargado. A menudo tengo la sensación de ser un caminante que vaga por las asoladas calles sin un destino fijo, sin metas, sin proyectos ni objetivos. Aquí, donde el viento es el que cambia el color de los semáforos (del único semáforo que existe), los ecos de mis pisadas se escuchan demasiado. ¿Será que estaba acostumbrada al claqué de tus andanzas? ¿Será que lo que antes era armonía ahora violenta el silencio y la calma? Algo en mi ha cambiado. Nunca noté la ausencia tan presente, necesito multitud.
      Quiero confundirme con el tumulto de la muchedumbre. Que sus empujones me lleven a alguna parte, donde sea, pero que me lleven. Que me impelen hasta volver a coger un ritmo propio. Quizás enriquezcan mi partitura con corcheas. Quizás deje de ser una repetitiva cadencia, un metrónomo con resistencia.

Y yo que pensaba
que ya había cruzado 
todos los puentes 
en los que tú no estabas... 

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