domingo, 4 de enero de 2015

(...)

The trap and the woodcutte

     Definirse es tan complicado... A veces pienso en ello como si fuera una trampa. Crees que lo estás haciendo, que vas por el buen camino, confías y... cuando te das cuenta: ¡ZAS! Uno de tus miembros queda atrapado en un cepo.
      Y esa era yo (cuando tú me encontraste). Una chica con un cepo en alguna de sus extremidades. Sentía el dolor, se dispersaba por todo mi cuerpo. Sabía que algo estaba mal, pero no lograba descubrir el qué, ni el dónde, ni el cómo. Definirse es una acción que implica demasiada precisión.
     Tú fuiste quien me alimentó durante todo (este) ese tiempo. Debí haberlo invertido en buscar mi cepo con tu ayuda, pero se estaba tan agustito en tu cabaña, leñador, con esa hoguera siempre encendida, con una sopa siempre sobre el fuego y con un ejército de risas que salían a patrullar al caer cada noche, para mantener alejados los tiempos de hastío y tristeza.
      Era cuestión de tiempo que fueran cayendo uno a uno. Porque ¿sabes qué? Definirse es necesario, y por mucho que lo ignores, el cepo sigue ahí, mordiendo con sus afilados incisivos, infectando con el paso del tiempo, hiriendo, empeorando, creciendo.
      Tu felicidad no fue suficiente para protegerme de él. Tu calidez (tan ansiada ahora) empezó a perder su efecto paliativo. Advertí varios avisos que me instaban a buscar el cepo y librarme por fin de él, pero aunque mis mejillas tardaban algo más en ruborizarse, conseguías que acabaran ardiendo.
      Era tan fácil dejarse morir entre tus brazos... los extraño tanto... Supongo que los cepos nunca me supieron tan a gloria como cuando me besabas en esas escaleras, como cuando me frotabas una espalda que acababa en mis muslos, como cuando sorbías de mis ojos y yo comparaba el odio que te tenía con el infinito más extenso.
      Menuda ilusa. ¿En qué momento pensé que podría ser feliz teniendo un cepo en alguna parte? ¿En qué momento pensé que podría vivir por siempre alimentándome de tu felicidad, viviendo tu vida? ¿En qué momento pensé que sabría hacerte feliz a ti, si nunca he sabido hacerme feliz a mi misma?
      Definirse es tan complicado... A veces pienso en ello como si fuera una trampa. Debí buscar el cepo antes de encontrarte a ti.

Ilustración de Merrile


No hay comentarios: