miércoles, 21 de enero de 2015

(...) Olivas



Déjame llorarte por última vez.
Después de esto, saltaré al vacío.
Ni te imaginas el miedo que me da.

Superarte es doloroso,
más que apartar la vista antes de que vuelvas la esquina
sabiendo que será la última vez.

Tengo en mi cabeza
las canciones que me dejaste en herencia
la última noche del año.
También fue la última noche de nuestras vidas.

Abandonarme a tu recuerdo
ha sido mi modo de no dejar el nido,
de encontrar un hogar reconocido
en medio de esta guerra civil,
donde hay dos bandos que fueron uno
pero aun así deben darse muerte.

Ahora se me amontonan las olivas.
Las odié tanto antes de conocerte...
siempre serás para mi
el único motivo de su existencia.

Ilustración de Eider Agüero


No hay comentarios: