sábado, 24 de enero de 2015

(...) Si de algo tachara a la ciudad que nos cobija es de traicionera.




Tengo miedo de salir por si te veo
asomando por una de las tantas avenidas.
Tengo miedo de que duela tu cabello,
de que nos miremos como hace tiempo hacía.
De ser consciente en ese instante perenne
de la cruda realidad que nos altera.
Que somos dos desconocidos que se hieren,
que somos dos conocidos que se anhelan.


No hay comentarios: